La eficiencia energética en la industria es fundamental para la competitividad: reduce los costes operativos, disminuye las emisiones de CO₂ y ayuda a alcanzar los objetivos de sostenibilidad marcados por la UE y España. Las empresas más eficientes están mejor preparadas para afrontar retos económicos, medioambientales y sociales.
¿Por qué hay que reducir el consumo en la Industria?
La única forma de garantizar un impacto ambiental cero es no consumir energía. Además, el precio de la energía industrial puede fluctuar dependiendo de numerosos factores, como la temporada, el día y la hora, lo que hace aún más importante mejorar la eficiencia en los procesos de producción.
Reducir el consumo energético no solo disminuye los costes operativos, sino que también contribuye a aumentar la competitividad, reducir las emisiones de CO2 y cumplir con los objetivos de sostenibilidad establecidos por la Unión Europea y España.
En este artículo abordamos acciones prácticas con medidas de eficiencia energética en la industria aplicables en diversos sectores, incluyendo refrigeración, iluminación, climatización, motores y monitorización.
Auditoría energética: el punto de partida
La auditoría es el punto de partida para cualquier plan de eficiencia energética en la industria. Antes de implantar medidas, es imprescindible conocer dónde, cómo y cuándo se consume la energía. La auditoría energética permite:
- Identificar equipos ineficientes.
- Detectar consumos ocultos o innecesarios.
- Priorizar las inversiones con mayor potencial de ahorro.
En España, el Real Decreto 56/2016 obliga a las grandes empresas a realizar auditorías periódicas, aunque su valor como herramienta estratégica es igualmente relevante para pymes.
Cómo mejorar la eficiencia energética en la Industria
Si te preguntas cómo mejorar la eficiencia energética en la industria, la respuesta pasa por combinar diagnóstico preciso, tecnología avanzada y gestión continua. El primer paso es realizar una auditoría energética para identificar los principales focos de consumo y las oportunidades de optimización. A partir de ahí, se deben aplicar medidas como la modernización de equipos (motores de alta eficiencia, variadores de frecuencia, iluminación LED), la optimización de procesos críticos como la refrigeración o la climatización, la reducción de pérdidas en sistemas de aire comprimido, y la mejora del aislamiento térmico. Estas acciones deben complementarse con un sistema de monitorización en tiempo real que permita detectar desviaciones y evaluar resultados, así como con una formación continua del personal para fomentar hábitos operativos eficientes. Cuando estas medidas se integran en un sistema de gestión energética certificado y se apoyan en plataformas digitales, el ahorro conseguido es más rápido, cuantificable y sostenible en el tiempo.
Ejemplos de eficiencia energética en oficinas y zonas administrativas
En las áreas de oficina y espacios de gestión, la eficiencia energética puede optimizarse mediante intervenciones sencillas pero de gran impacto:
- Control de climatización e iluminación: regular la temperatura y la luz antes y después de la jornada laboral para evitar consumos innecesarios.
- Aprovechamiento de la luz natural: ajuste de persianas y cortinas para reducir la necesidad de iluminación artificial.
- Iluminación eficiente: instalación de sistemas LED y soluciones inteligentes que adapten la intensidad lumínica según la luz exterior, logrando ahorros de entre el 20 % y el 85 % respecto al consumo inicial.
Ejemplos de eficiencia energética en zonas productivas e industriales
En los espacios de producción, las mejoras en eficiencia energética se centran en el equipamiento, los procesos y el aislamiento:
- Equipos de alta eficiencia: inversión en tecnología de bajo consumo, sustitución o modernización de la infraestructura existente e integración de software de monitorización para gestionar el rendimiento en tiempo real y consultar históricos.
- Optimización de procesos generales: gestión de la demanda sin afectar la productividad.
- Aislamiento y aprovechamiento de calor: refuerzo del aislamiento en cubiertas, fachadas y cámaras de congelado para evitar pérdidas. Aprovechamiento del calor de condensadores mediante intercambiadores para producir agua caliente sanitaria (ACS), reduciendo el consumo eléctrico.
- Iluminación industrial inteligente: uso de sistemas adaptativos en zonas de trabajo para optimizar el consumo en función de la luz disponible.
Ejemplos de eficiencia energética en la industria: refrigeración y climatización
Este ámbito es clave para sectores industriales con alto uso de frío o climatización, como la industria alimentaria:
- Uso de centrales frigoríficas con refrigerantes naturales o centrales subcríticas de CO₂ en cascada.
- Reemplazo de las plantas que usen refrigerantes químicos no naturales por una que utilice el amoníaco (R717) en circuito primario con distribución de glicol en secundario.
- Reemplazo de la instalación por un equipo frigorífico eficiente que permita aprovechar las horas de baja demanda mediante su suplementación con una balsa de acumulación de frío.
- Refrigeración mediante enfriadores evaporativos portátiles/externos para la climatización industrial.
- Adoptar un sistema de intercambio de agua entre ambas unidades en la instalación para la climatización en la industria alimentaria.
- Cambio a minicentrales de frío diseñadas bajo principios de ecodiseño.
- Instalación de sistemas inteligentes de climatización que permitan ahorros de entre el 10 % y el 40 % del gasto inicial.
Ejemplos de eficiencia energética en equipos e instalaciones de servicio
Las instalaciones auxiliares también ofrecen oportunidades significativas de ahorro:
- Cambio de vector energético:
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- Sustitución de quemadores de fuel oil por modelos de GLP de alta eficiencia y caudal variable.
- Reemplazo por quemadores de gas propano en vena directa de aire.
- Sustitución de calderas por bombas de calor para producción de ACS y agua caliente industrial.
- Renovación de equipos industriales:
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- Cambio de la planta enfriadora por una que haga uso del amoníaco (refrigerante natural R717).
- Instalación de centrales frigoríficas con recuperación parcial de calor.
- Uso de ventilaciones con motor conmutado electrónicamente (EC).
Ejemplos de gestión global de la energía
Una visión integral es clave para consolidar los ahorros y mantener la eficiencia en el tiempo:
- Mantenimiento predictivo: incorporación de sistemas de alarma y tecnologías de predicción de fallos para evitar paradas no programadas, alargando la vida útil de los equipos y optimizando el consumo.
- Microrredes y renovables: generación local de energía e integración de fuentes limpias para reducir costes y dependencia de la red.
- Ajuste dinámico de la demanda: adaptar el consumo energético a las necesidades productivas en tiempo real mediante sistemas de gestión inteligentes.
- Software de eficiencia energética:
- Monitorización en tiempo real y análisis histórico de datos.
- Gestión de instalaciones mediante cuadros de mando con KPIs personalizados.
- Optimización de la producción en función de las características del equipamiento y variables energéticas.
- Implantación de la ISO 50001: establecer un marco de gestión reconocido internacionalmente para garantizar la mejora continua, la coordinación con otros sistemas y el cumplimiento normativo.
Ejemplo de cómo se podrían aplicar estas medidas de eficiencia energética
Una planta de envasado:
- Sustituyó iluminación por LED.
- Incorporó variadores en compresores de aire.
- Implementó recuperación de calor de compresores para agua sanitaria.
Resultado: 18 % de ahorro anual en energía, más de 150.000 € ahorrados y 400 toneladas de CO₂ evitadas. Este caso demuestra cómo la eficiencia energética en la industria puede generar ahorros tangibles.
La eficiencia energética en la industria combina auditoría, tecnología y gestión. Medidas como la optimización de refrigeración, el análisis del ciclo de vida y la automatización inteligente ofrecen ahorros significativos y sostenibles.
Estas medidas de eficiencia energética en la industria deben integrarse en un plan global certificado, como la ISO 50001, y apoyarlas con plataformas como Gradhoc multiplica el impacto, asegurando competitividad, cumplimiento legal y contribución a los ODS.
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