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Gestión energética integral

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En la industria actual, la gestión energética ha dejado de ser un asunto puramente técnico para convertirse en una palanca estratégica con impacto directo en costes, sostenibilidad, reputación corporativa y competitividad. Un sistema de gestión energética implica coordinar personas, procesos y tecnología bajo un mismo sistema capaz de analizar datos en tiempo real, anticipar problemas y adaptarse a las exigencias regulatorias y de sostenibilidad global. Este enfoque, también denominado gestion energetica integral, combina metodologías probadas con innovación tecnológica.

Sistema de gestión energética integral y Objetivos de Desarrollo Sostenible

La Agenda 2030 de Naciones Unidas establece 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que orientan las acciones de gobiernos y empresas hacia un futuro más justo y sostenible.
El ODS 7 (“Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna”) conecta de forma directa con el tejido industrial, ya que persigue:

  • Incrementar el uso de energías renovables.
  • Duplicar la tasa de mejora de la eficiencia energética.
  • Potenciar la cooperación tecnológica en energía limpia.
  • Garantizar la sostenibilidad de los servicios energéticos.

En este marco, la gestión energética integral no solo responde a objetivos ambientales o de RSC, sino que también refuerza el cumplimiento normativo y la competitividad.

En España, el Real Decreto 56/2016, que transpone la Directiva 2012/27/UE, obliga a las grandes empresas no consideradas pymes a realizar auditorías energéticas cada cuatro años o a implantar un sistema de gestion energetica certificado como la ISO 50001. Este marco se complementa con la Ley de Cambio Climático y Transición Energética de 2021, que fija metas como alcanzar el 42 % de consumo final procedente de renovables y cero emisiones netas en 2050.

A nivel europeo, la Directiva (UE) 2023/1791 de eficiencia energética ha reforzado las exigencias, introduciendo el principio de “eficiencia energética primero”, ampliando el alcance de las auditorías y fijando objetivos más ambiciosos de reducción de consumo para todos los sectores, incluido el industrial.
Asimismo, iniciativas como REPowerEU impulsan la transición hacia fuentes renovables y la reducción de la dependencia energética externa.

Adoptar un sistema de gestión energética permite a las organizaciones cumplir estos requisitos y, al mismo tiempo, mejorar su rendimiento operativo.

¿Qué implica una gestión energética integral?

Un sistema de gestión energética integral consiste en el desarrollo de una política de gestión en materia energética que permita administrar y optimizar todas acciones que provoquen cualquier clase de consumo energético en el ámbito de acción de una empresa; Se trata de un enfoque global que cubre todo el ciclo energético: desde la adquisición y almacenamiento hasta el uso, mantenimiento de equipos y optimización de procesos. Incluye:

  • Todos los vectores energéticos: electricidad, gas, refrigerantes, biomasa…
  • Toda la organización: dirección, producción, mantenimiento, logística.
  • Todas las fases: planificación, operación, verificación y mejora (ciclo PDCA).

Beneficios de un sistema de gestión energética

Los principales beneficios de la implementación de un sistema de gestión energética son la reducción de costes, la mejora de balances energéticos, el aumento de la competitividad y el impulso de la agenda social de la empresa. Incluyen:

  • Localizar y jerarquizar las necesidades y gastos energéticos.
  • Disminuir el coste energético.
  • Conocer en tiempo real las necesidades de tu empresa.
  • Disponer de un histórico de datos.
  • Evaluar la adhesión a la legalidad.
  • Formular objetivos para incrementar la eficiencia energética.
  • Implantar sistemas de control y seguimiento óptimos.
  • Implicar a los trabajadores con los compromisos energéticos y medioambientales.
  • Formalizar las actuaciones para el cumplimiento de las medidas señaladas en las auditorías energéticas.
  • Reducir el impacto ambiental.

Software para gestión energética integral

La tecnología es el motor de la gestión energética integral moderna:

  • IoT para la captación de datos en tiempo real.
  • Gemelos digitales para simular escenarios y prever resultados.
  • Inteligencia artificial para analizar patrones y recomendar acciones.
  • Automatización para ejecutar ajustes de forma autónoma.

Estas tecnologías permiten una monitorización y control con software para gestión energética, con lo que:

  1. Gestionar equipos y consumos de instalaciones dispersas geográficamente.
  2. Automatizar procesos y configurar alarmas en tiempo real.
  3. Crear históricos y paneles de control adaptados a KPI definidos por el cliente.
  4. Reducir consumos hasta un 40 %, evitar picos de demanda y anticipar averías.

Ejemplo de aplicación práctica:

Una empresa del sector de la refrigeración industrial integró su ISO 50001 con un software para gestion energetica integral. Con la solución adecuada, pudo:

  • Detectar microfugas de refrigerante en fases tempranas.
  • Ajustar automáticamente la carga de los equipos en función de la demanda real.
  • Reducir un 12 % el consumo eléctrico anual y un 15 % las emisiones de gases fluorados.
  • Todo ello sin aumentar personal, gracias a la automatización y al análisis inteligente de datos.

La gestión energética integral es la respuesta a un triple reto: cumplir con las metas globales de sostenibilidad, ajustarse a la normativa y mejorar la competitividad.

Cuando se combina la metodología de mejora continua con herramientas digitales, las empresas no solo optimizan su consumo, sino que se alinean con los ODS y consolidan una posición de liderazgo en su sector. Este modelo es plenamente compatible con normas internacionales como la ISO 50001, que aporta la metodología para estructurar y mejorar el desempeño energético.

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